Sí, ha oído bien. Según la Asociación Americana de Productos para Animales de Compañía, los estadounidenses gastarán unos 60.590 millones de dólares al año en sus mascotas. Esta asombrosa estadística nos obliga a cuestionar nuestras prioridades en lo que respecta a la vida humana. Según la fundación «Feeding America», las estadísticas actuales de pobreza del gobierno son las siguientes:
– 45,3 millones de personas (15%) se encontraban en situación de pobreza, incluidos 14,7 millones (20%) de niños menores de 18 años.
– 49,1 millones de estadounidenses vivían en hogares con inseguridad alimentaria, entre ellos casi 16 millones de niños.
Esto es inaceptable de acuerdo con la ley bíblica que instruye sobre nuestra responsabilidad hacia los pobres, los necesitados y los menos afortunados que nosotros.

Deuteronomio 15:11 Porque nunca dejará de haber pobres en la tierra; por tanto, yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, a tu pobre y a tu necesitado en tu tierra.
Salmo 82:3 Defiende al pobre y al huérfano: haz justicia al afligido y al necesitado.
2 Corintios 9:9 (Como está escrito: Repartió, dio a los pobres; su justicia permanece para siempre.
Gálatas 2:10 Solamente ellos querían que nos acordásemos de los pobres; lo mismo que yo también deseaba hacer.
1 Timoteo 6:17 Encomienda a los que son ricos en este mundo, que no sean altaneros, ni confíen en riquezas inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos; 18 que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, prontos para repartir, dispuestos a comunicar;

La organización sudafricana «Feed a Child» ha sido objeto de críticas por un anuncio que se ha calificado de altamente perturbador y racista. El anuncio muestra a una mujer blanca que da de comer a un niño negro como si fuera su perro. Independientemente de las emociones que suscite, el anuncio pone claramente de manifiesto que muchas personas tienen en mayor estima la vida de los animales que la de los seres humanos. Considerando las escrituras anteriores, ¡debería quedar claro que tal mentalidad es una abominación para el Dios de la Biblia!