Por amor al dinero

1 Timoteo 6:10 Porque raíz de todos los males es el amor al dinero; el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

Esta escritura ha sido pervertida por muchos para decir: «El dinero es la raíz de todos los males». Sin embargo, las escrituras nos dicen que el «amor a», es decir, codiciar, o entregar todo tu ser a la obtención del dinero, es la raíz de este mal.

Hay muchos ejemplos a nuestro alrededor de personas que quebrantan los mandamientos, como el tráfico de drogas, el robo, el asesinato, la prostitución y la extorsión. También hay otros ejemplos que la gente no reconoce fácilmente, como apuñalar por la espalda para obtener un puesto más alto en una empresa, acostarse o drogarse con personas que pueden ayudarle a conseguir un puesto mejor pagado. Mentir, engañar o corromperse en su especialidad sólo para obtener más dinero son otras formas de corromperse por dinero…

Como hombres y mujeres de Dios, la Biblia nos advierte sobre estas cosas.

1 Timoteo 6:11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia y la mansedumbre.

Lucas 12:13-15 Y uno de la compañía le dijo: Maestro, habla a mi hermano, para que reparta conmigo la herencia. (14) Y él le dijo: Hombre, ¿quién me ha hecho juez o repartidor sobre vosotros? (15) Y les dijo: Mirad y guardaos de la avaricia, porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

Como Cristo señala a sus discípulos, el amor al dinero es también codicia, sobre la que se nos advierte en uno de los Diez Mandamientos.

Éxodo 20:17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que sea de tu prójimo.

Es posible que en la sociedad actual la mayoría de nosotros no dispongamos de los criados, bueyes o asnos, que poseía la gente en aquellos tiempos, principalmente porque se trataba de una sociedad agrícola. Sin embargo, en la sociedad actual puedes cambiar esas cosas por coches, televisores, etc.

Muchas personas ven el estilo de vida de los famosos en la televisión y desarrollan una mentalidad codiciosa, por lo que intentan emular ese estilo de vida. Las escrituras nos advierten que hagamos lo siguiente.

Colosenses 3:2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.

1 Juan 2:15-17 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. (16) Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, no son del Padre, sino del mundo. (17) Y el mundo pasa, y sus deseos; mas el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre.

Nuestras vidas deben centrarse en amarnos los unos a los otros, tal y como establece el ejemplo de Jesucristo, y en amar a Dios con toda sinceridad por medio de Jesucristo. Entonces, cuando hagamos esas cosas, Dios nos bendecirá según su voluntad.

Marcos 12:30-31 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con todas tus fuerzas: éste es el primer mandamiento. (31) Y la segunda es semejante, a saber: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.

Marcos 10:29-30 Respondiendo Jesús, dijo: De cierto os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, (30) sino que recibirá cien veces más ahora en este tiempo, casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.

1 Timoteo 6:6-8 Pero la piedad con contentamiento es gran ganancia. (7) Porque nada hemos traído a este mundo, y es cierto que nada podemos sacar. (8) Y teniendo comida y vestido, estemos contentos con ello.

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