Salmo 96:4 Porque grande es Jehová, y muy digno de alabanza; Temible sobre todos los dioses. Porque todos los dioses de las naciones son ídolos; Mas Jehová hizo los cielos.

El Padre Celestial amonestó a los hijos de Israel haciéndoles saber una verdad irrefutable “todos los dioses de las naciones son ídolos”. Y para aquellos en las religiones hindú y budista, uno de sus ídolos más sagrados es una niña de 9 años. Esta niña debe someterse a un riguroso análisis ya una serie de rituales secretos, tras los cuales se declara que es la reencarnación de la diosa Durga. Aunque esta costumbre se ha enfrentado a un gran escrutinio por parte de los defensores de los derechos del niño, la Corte Suprema de Nepal confirmó que la práctica es culturalmente significativa.

Jeremías 2:11 ¿Ha cambiado una nación sus dioses, que aún no son dioses? pero mi pueblo ha cambiado su gloria por lo que no aprovecha.

La Biblia nos dice que las naciones de este mundo se aferran a los dioses idólatras de sus padres, mientras que, en marcado contraste, las prácticas lícitas y justas de la Biblia prácticamente se han desvanecido. Ver la devoción de los paganos por su diosa niña solo refuerza la ironía de un mundo totalmente dedicado a ídolos sin valor; mientras que aquellos que han sido bendecidos por conocer al único DIOS Bíblico VERDADERO se niegan a mantener las tradiciones de sus padres.

2 Tesalonicenses 2:15 Así que, hermanos, estad firmes y retened las tradiciones que habéis sido enseñadas, ya sea por palabra o por nuestra epístola.

El Apóstol Pablo nos recuerda que nos aferremos a las tradiciones que hemos aprendido por la palabra de Dios. A medida que este mundo cae cada vez más en las garras de la maldad, es hora de que aquellos que profesan ser cristianos y seguidores de Jesucristo tomen sus Biblias y abran los tesoros que están contenidos en ellas.