Aumentan las reacciones alérgicas graves a diversos alérgenos, como los cacahuetes, las picaduras de abeja y la soja. Se trata de un riesgo para la salud conocido como anafilaxia y uno de cada trece niños corre este riesgo. Antes, la gente moría si no podía llegar a un hospital con tiempo suficiente. Todo cambió en 1987, cuando se introdujo en el mercado un invento que salvó vidas, el EpiPen.

El EpiPen fue inventado por Sheldon Kaplan para el Departamento de Defensa de EE.UU. en 1973. Originalmente se creó para inyectar rápidamente un antídoto contra el gas nervioso. Finalmente, el invento llegó a manos del público como la dosis autoinyectable de epinefrina que salva vidas.

Este milagro médico ralentiza la reacción alérgica y proporciona el tiempo crítico necesario para salvar la vida del niño. Los niños con alergias graves deben llevar siempre consigo un EpiPen, y algunos incluso deben dejárselo a la enfermera del colegio. Los profesores de los centros públicos reciben formación obligatoria sobre cuándo y cómo utilizar un EpiPen. Para los niños con estas reacciones alérgicas graves, un EpiPen es una necesidad vital.

En 2007, Mylan Pharmeceutical compró la patente del EpiPen. Poco después empezaron a subir rápidamente el precio de esta herramienta médica que salva vidas. De hecho, entre 2007 y 2015 hubo un aumento de precios del 500%. Los padres que solían pagar menos de $150.00 dólares por dos EpiPens ahora deben pagar más de $600.00 dólares por el mismo medicamento. Durante el mismo periodo en que se produjeron estas subidas de precios, el salario de la consejera delegada de Mylan, Heather Bresch, pasó de 2.453.456 dólares a 18.931.068 dólares. Esto supone un aumento del 671% de su salario.

Ezequiel 22:12-14 En ti han tomado dádivas para derramar sangre; has tomado usura y aumento, y has ganado ávidamente de tus prójimos con extorsión, y te has olvidado de mí, dice Jehová el Señor. He aquí, por tanto, he herido mi mano a causa de tu ganancia deshonesta que has hecho, y a causa de tu sangre que ha estado en medio de ti. ¿Podrá tu corazón resistir, o tus manos ser fuertes, en los días en que yo me ocuparé de ti? Yo, Yahveh, lo he dicho y lo haré.

El Altísimo castigó a los Hijos de Israel por comerciar con usura, avaricia, extorsión y ganancias deshonestas. Cada elemento de lo que ha hecho Mylan Pharmaceuticals equivale a estos pecados. Aumentaron el precio del medicamento en una cantidad desorbitada, el director general se ganó codiciosamente un enorme aumento de sueldo a costa de la vida de los niños y los padres se vieron obligados a pagar la factura si querían evitar una tragedia.

Levítico 19:35-36 No haréis injusticia en el juicio, en la medida, en el peso ni en la medida. Balanzas justas, pesas justas, un efa justo y un hin justo tendréis: Yo soy Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto.

1 Timoteo 6:9-10 Pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición. Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

El Altísimo nos advierte en las Escrituras que tratemos con justicia los pesos y las medidas, lo que equivale a que tratemos con rectitud en los negocios. Hay margen para obtener beneficios, pero no debemos ser avariciosos. El amor de la gente por el dinero es la razón por la que ocurren estas cosas en el mundo. Cuando su riqueza se convierte en lo más importante, arriesgará la vida de sus hijos para ganar más y más dinero. Hay un juicio para los extorsionadores y los codiciosos, pero si se arrepienten, hay esperanza.

1 Corintios 6:9-11 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis: ni fornicarios, ni idólatras, ni adúlteros, ni afeminados, ni los que se echan con varones, ni ladrones, ni avaros, ni borrachos, ni maldicientes, ni los extorsionadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos de vosotros: ya sois lavados, ya sois santificados, ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.