Cuando Dana Parris estaba lista para tirar la toalla sobre su restaurante fallido, decidió pasar a un nuevo y drástico plan de negocios, «Un menú sin precios». Dana explica que su fe la movió a poner el éxito de su negocio únicamente en las manos de Dios. Según los volantes en su restaurante, eso también significaba dejar que Dios controlara la caja registradora. Los volantes dicen:

Estoy poniendo mi «Fe» donde está mi CAJA REGISTRADORA.

Estoy soltando y dejando a DIOS!!
Sin precios… Sin totales… ¡¡¡Usted paga lo que cree que vale su comida!!!

¡Dana luego vio cómo su negocio en quiebra dio un giro de 180 grados con ingresos muy altos!

1 Pedro 5:6 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo: 7 echando toda vuestra ansiedad sobre él; porque él cuida de ti.

Algunos críticos han dicho que este nuevo modelo de negocio no es ético porque permite que los clientes paguen de más por la comida. Dana cree que aunque algunos clientes pagan de más, se justifica por el hecho de que muchos menos afortunados también son bendecidos con comidas que no pueden pagar.

2 Corintios 8:13 Porque no pretendo que otros sean holgados, y vosotros cargados, 14 sino por una igualdad, para que ahora en este tiempo vuestra abundancia supla la necesidad de ellos, que también la abundancia de ellos supla vuestra falta, para que haya sea igualdad: 15 Como está escrito: Al que había recogido mucho, no le sobró nada; y al que había recogido poco, nada le faltaba.

De acuerdo con las palabras de la Santa Biblia, nuestra abundancia DEBE ser una provisión para la falta de otros. ¡Quizás este nuevo modelo de negocios pueda proporcionarnos un ejemplo práctico de cómo Dios y el mundo de los negocios pueden coexistir con éxito!