So we, being many, are one body in Christ,
and every one members one of another.
Romans 12:5
Un hombre de Metro Atlanta fue sentenciado a 20 años, con 12 años de prisión y el resto en libertad condicional por el delito de robo de un iPod. Shareef Tawwab Hakim, de 20 años, fue declarado culpable de robo y agresión con agravantes después de que supuestamente le hizo una llave de cabeza a un niño y le robó su iPod. El hecho de que Shareef estuviera desarmado durante el crimen llevó a algunos a preguntarse si la dura sentencia estaba justificada. Terry Shropshire, escritor de The Chicago Defender hizo una pregunta relacionada con este caso: ¿el castigo se ajusta al crimen?
Como siervos de Cristo, solo podemos responder a estas preguntas de acuerdo con el entendimiento que nos otorga la Santa Biblia y las palabras de Jesucristo. Sin embargo, de ninguna manera condonamos los actos de los malvados o este crimen violento cuando afirmamos que, según las Escrituras, este castigo no estaba justificado.
Éxodo 22:22 Si alguno robare buey u oveja, y lo degollare, o lo vendiere; pagará cinco bueyes por un buey, y cuatro ovejas por una oveja. 2 Si se encuentra a un ladrón destrozando, y lo hieren y muere, no se derramará sangre por él. 3 Si el sol sale sobre él, habrá derramamiento de sangre por él; porque él debe hacer la restitución completa; si no tuviere nada, será vendido por su hurto. 4 Si el hurto fuere hallado vivo en su mano, sea buey, asno u oveja; restituirá el doble.
Según la Biblia, si se lo declaraba culpable de robo, a Shareef se le habría ordenado que devolviera lo robado. Teniendo en cuenta la condición del artículo, es posible que haya tenido que restaurar el costo del artículo varias veces. Si no pudiera pagar esta deuda, se habría visto obligado a trabajar para saldarla. Y aunque la práctica de liquidar una deuda puede parecer cruel o arcaica, le pedimos que considere la alternativa de 20 años de prisión que no beneficia a nadie.
Algunos pueden argumentar que fue la naturaleza violenta del crimen lo que provocó la severidad del veredicto. Sin embargo, las escrituras también abordan claramente la naturaleza de los robos violentos que resultaron en la misma pena de castigo a través de la restauración.
Levítico 6:1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 2 Si alguna persona pecare, y cometiere prevaricación contra Jehová, y mintiere a su prójimo en aquello que le fue entregado para guardar, o en comunión,
o en cosa arrebatada por violencia,
o ha engañado a su prójimo; 3 O hallare lo que se había perdido, y mintiere acerca de ello, y jurare en falso; en cualquiera de todas estas cosas que el hombre hiciere, pecando en ello: 4 Entonces será, por cuanto hubiere pecado y fuere culpable, que restituirá lo que tomó con violencia, o lo que con engaño consiguió, o lo que lo que le fue entregado para que lo guarde, o lo perdido que hallare, 5 o todo aquello sobre lo cual hubiere jurado en falso; aun lo restituirá en su principal, y le añadirá la quinta parte más, y lo dará a quien corresponda, en el día de su ofrenda por la culpa.
En este juicio se manifiesta la sabiduría de Dios, se castiga a los impíos y se restituye a la víctima su propiedad. En la sociedad actual, la víctima rara vez recibe compensación por su pérdida y el criminal es enviado a prisión con poca o ninguna posibilidad de arrepentimiento o reconciliación. Mientras que el justo juicio del Padre Celestial proporciona una conclusión duradera y justa.